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Por Karina Quiroga, creadora de SoundTouch, el arte del Toque Sonoro

El enfoque de SoundTouch en el marco de una sesión individual permite al profesional la lectura y el reordenamiento del campo energético a través de la voz y el contacto. Desde este abordaje, el campo energético constituye el territorio en el cual se expresan los múltiples aspectos del Ser, manifestados en cuerpo, emoción, creencias, vínculos y ejercicio de nuestra conciencia espiritual.

De este modo, al leer el campo, podemos registrar información acerca de cómo la energía se organiza para atender todos estos aspectos personales y transpersonales, y favorecer el restablecimiento de un estado de fluidez que invita a recuperar los recursos propios y orgánicos del Ser en su proceso hacia una presencia íntegra, consciente y totalizadora.

En este contexto, la voz opera como instrumento de diagnóstico y frecuencia ordenadora que despeja, nutre, regenera y armoniza el campo aural. Siendo un recurso vibracional, imprime e impulsa un movimiento orgánico, profundo y sutil que disuelve cristalizaciones, a la vez que valida los contenidos que encuentra dándoles espacio y expresión, para permitir su integración y reordenamiento natural.

A su vez, el contacto orienta y acompaña el proceso reforzando la cualidad amorosa que la experiencia propone, y favoreciendo profundos estados de relajación similares a los que experimentamos en meditación.

Estas sesiones pueden tomarse de forma puntual, en casos en los que la persona se percibe fuera de balance, o como parte de un proceso específico, facilitando cambios más profundos según las necesidades de cada consultante.

Son muy recomendables como apoyo energético en tratamientos médicos de distinta índole, ya que estimulan el desarrollo de los recursos de autosostén que favorecen la recuperación, comprobándose que también disminuyen los ocasionales efectos colaterales que pudieran aparecer en tratamientos fármacológicos o en la recuperación de cirugías.

En el aspecto emocional, las sesiones de SoundTouch favorecen un contacto amoroso con el material que se contacta, a la vez que promueven estados de bienestar que fortalecen la capacidad de traer mayor comprensión a los procesos por los que se atraviesa, disolviendo a nivel sutil los aspectos que no reflejan nuestro ser esencial.

La voz humana atesora el potencial de hacer audible lo que el Alma anhela manifestar, sin depender del lenguaje convencional de la palabra, porque constituye un acto que nos invita a recuperar nuestro Poder a través de la expresión de la Verdad profunda. El contacto nos recuerda nuestra pertenencia a una red de semejantes que en sus aspectos más nucleares, necesitan recuperar su conexión con esta Fuente Ordenadora a la que cada uno nombra según su cosmovisión personal, y al mismo tiempo, saberse recibidos y aceptados empática y compasivamente. La calidad de encuentro que proponemos desde este abordaje, es fundamental para tejer el campo que incluye e integra la experiencia.

Las sesiones tienen una duración que oscila entre hora y hora y media, se realizan en camilla o colchoneta en el suelo, y los consultantes se recuestan con su ropa habitual, preferentemente cómoda u holgada.

En las sesiones no sólo se emplea el instrumento de la voz, sino que ocasionalmente también se complementa con instrumentos armónicos tales como cuencos tibetanos o de cuarzo, tambor chamánico, flautas, gongs, Hang, Arpa Pitagorica, swarpeti, etc.